Dentro de la literatura podemos encontrar distintos movimientos literarios que se han dado a lo largo de los siglos y de la historia. Dependiendo de cuándo se escribió una novela o libro, su estilo puede variar pero lo cierto es que pocas veces cambian las partes en las que se divide o los elementos que la componen y que vamos a tratar a continuación. Conoce la novela y los elementos que la componen:
Definición de novela
Dentro de la narrativa existen dos grandes géneros: el Cuento (relatos de corta extensión) y la Novela (relatos de larga extensión). La novela es un relato en prosa que sucede a unos personajes, enmarcado en una época y ambiente determinados. Está considerada como uno de los géneros más tardíos, que no se estableció hasta la Edad Media y la aparición de la imprenta.
Características de la novela
Las novelas son fruto de la imaginación del autor, pudiendo contener algún detalle o un contexto real pero también pueden ser totalmente ficción. Se incluyen diferentes tiempos de acción y una gran variedad de personajes.
Los personajes tienen vida propia y no sólo se les describe físicamente, sino que uno puede llegar a interiorizar o imaginar cómo es el personaje psíquicamente, pudiendo sorprenderse de sus hazañas o comprender sus pesares.
Una buena novela será aquella que resulte amena, que enganche al lector y la transmita la pasión por la lectura. Con un lenguaje sencillo pero elegante y lo suficientemente descriptivo para que envuelva al lector en el contexto y los personajes.
Partes que se compone una novela
Tema
La elección de un tema puede llegar a resultar muy complejo, pero de este tema dependen todos los elementos restantes que girarán en torno a él.
Diálogo
El diálogo no es más que la conversación que tienen acabo los personajes que aparecen en la obra. Se adentra en la mente de cada uno de ellos.
Narración
La narración es un elemento fundamental de la novela que ayuda a contextualizar absolutamente todo. Es decir, es la explicación que va ofreciendo al autor para que uno pueda ir adentrándose en ese mundo que ha creado e ir formando parte de la historia.
Ambientación
Los detalles y descripciones físicas que puede ofrecer el autor a través de sus descripciones y comentarios, lo que facilita que uno pueda imaginarse con todo lujo de detalles -poniendo también su imaginación en marcha- la localización donde se desarrolla toda la novela.
Elementos de la novela
Acción
Se entiende por acción la serie de sucesos que se desarrollan durante el relato. La acción suele construirse mediante la narración de un conflicto que se plantea, alcanza su punto crítico y finalmente se resuelve, a lo largo del relato.
La manera de conseguir dotar a una novela de una acción adecuada es cuidar el ritmo (la velocidad y cadencia con que suceden los hechos) y la coherencia (adecuación de los elementos de la acción evitando contradicciones en la trama).
La novela tiene una estructura narrativa que se basa en el planteamiento, nudo y desenlace. En el planteamiento de la historia se nos presentan los personajes, la situación, se comienza a vislumbrar la historia y el conflicto.
El nudo es la parte central, la más extensa, en la que se lleva a cabo la acción que se plantea en la primera parte. Es decir, en el inicio se plantea una situación y en el nudo se pasa a la acción, en vista de resolver la trama plantada.
La última fase es el desenlace, en el que la trama se resuelve de una forma u otra, normalmente en forma de clímax. En el desenlace, los personajes y las situaciones se suelen ver sometidos a cambios visibles debido a la intensidad de los hechos vividos a lo largo de la narración.
Dependiendo de la acción que se desarrolle en la novela podemos encontrar numerosos géneros. Desde la novela caballeresca a la de ciencia ficción, de la romántica a la de terror, de la de espionaje a la novela negra.
El tiempo en el que se desarolla la acción que estamos narrando es también importante ya que marcará el desarollo de la novela ya sea porque se trata de un tiempo lineal, en el que la historia se narra a través de sucesos que se desarrollan en un mismo tiempo (o época) o podemos también explicar nuestra historia con saltos de tiempo, o desarrollando acciones en el pasado, presente y futuro.
Caracteres o personajes
Suele hablarse de la caracterización de los personajes refiriéndose a la capacidad del escritor de realizar una adecuada descripción física y emocional de éstos durante la narración. Una buena caracterización, capaz de dotar de vida propia a los personajes de una novela, es un punto fundamental a cuidar para dotar de realismo y de empatía con el lector a la novela. Son el hilo conductor de la historia y sufren una evolución a lo largo de la novela.
Por una parte están los personajes principales, que son sobre los que se sustenta la trama de la novela. Otros serían los personajes secundarios, aunque, en ocasiones, los secundarios pueden llegar a tener gran importancia en la historia, mientras que otras veces apenas aparecen en la narración.
También podemos hablar de protagonista o antagonista. El protagonista sería el personaje en torno al cual se desarrolla la historia. Él es quien tiene el conflicto, es su historia la que se está contando. El protagonista suele tener unas características que le hagan agradable o interesante a la vista del lector (aunque no siempre sucede así, he ahí la figura del antihéroe) para crear empatía.
Sería, por así decirlo, el bueno de la historia. Por su parte, el antagonista es la parte contrapuesta, el que intenta que los planes del protagonista no salgan bien. Suele ser el creador del conflicto y normalmente también es un personaje pensado para crear reacciones negativas en el lector.
También hay otros tipos de personajes, como por ejemplo el ausente, que es aquel personaje que no aparece casi nunca (o nunca) pero que es el que realmente mueve las motivaciones del personaje. Asimismo, se puede hablar de personaje colectivo (cuando el protagonismo recae sobre un grupo de personas) o de comparsas (que sirven como meros elementos presenciales o descriptivos).
Marco Escénico
El marco escénico se refiere al ambiente físico y temporal en que se desarrolla la acción. Cobran especial importancia el lenguaje descriptivo, que debe ser capaz de transportar la mente del lector al marco escénico de la novela, sin importar lo ajeno, disparatado o extraño que pueda resultar.
Géneros de la novela y sus características
Podemos clasificar la novela en muchos tipos, cerca de veinte e incluso más. Vamos a verlos uno a uno los más habituales.
Novela de aventuras
Es la tipología de novela más antigua. Ya las novelas griegas narraban aventuras y están compuestas por obras que se caracterizan por acción, viajes, riesgo y misterio, siendo la trama una de las partes más importantes y elaboradas. Los personajes se enfrentan a muchos riesgos y el protagonista principal suele presentarse como alguien heroico.
Novelas de romance
Habla fundamentalmente del amor y narra historias de sus personajes relacionadas con los sentimientos. Se caracteriza por estar escrito en prosa, son de larga extensión y no tiene por qué ser un escrito lineal si no que puede entrecruzar varias historias en una mismo novela. Algunas de las temáticas recurrentes de este tipo de novelas, más allá del amor, es hablar del abandono y la pérdida, así como la pérdida.
Novela fantástica
La novela fantástica tiene su origen en la mitología y en los relatos antiguos. Se crean personajes fantasiosos o imaginarios que viven peripecias. Algunos personajes son creados por el propio autor mientras que otras veces se recurre a personajes fantásticos ya existentes. Son novelas narrativas que puede contener elementos sobrenaturales, que dejan fuera las leyes de la física y la lógica, de tal manera que estimula la imaginación del lector. Hay dos subgéneros de novela, la fantasía épica y la fantasía oscura.
Novela costumbrista
Está referida a ambientes concretos de la geografía y recoge personajes y costumbres típicos de esa región, siempre de una forma objetiva. Surgió a partir del Romanticismo. En la actualidad este género literario apenas se trabaja, pero fue muy popular durante el siglo XIX y tenía la habilidad de hacer que el lector se sintiera inmerso dentro de la sociedad descrita.
Novela histórica
Se centra en un periodo y acontecimiento concretos, configurándose y extendiéndose en el Romanticismo del sigo XIX. Se sitúa en un momento histórico concreto y la trama puede estar basada en hechos reales como tratarse de acontecimientos históricos de ficción. Su narración se puede tratar con distintos enfoques e incluir romances, costumbres y mezclas de otros géneros. En su narrativa puede contar con un personaje secundario real o ficticio.
Novela de ciencia ficción
Tuvo su gran auge en el siglo XX pero también en la actualidad tiene mucho éxito. Es un género literario muy útil para la divulgación de temas científicos con ayuda de personajes caricaturescos. También puede contar con otros géneros o temas como el misterio, romance, historia, fantasía, del oeste, ciencia-ficción, acción/aventura, humor, médico, tragedia, horror, erótico y el suspenso.
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Novela policíaca
La trama de la novela policíaca se centra en resolver un crimen que plantea al lector y juntos tratan de encontrar la solución, siendo la figura del detective una figura esencial en este género.
Novela de suspense
Es similar a la novela policíaca pero en el suspense añadimos un ingrediente muy atractivo y es que el lector sabe de antemano qué va a suceder a continuación. Stephen King es un ejemplo de este género tan bien escrito.
Novela negra
Es un género que nació en los años 30 en Norteamérica, se le considera un subgénero de la novela policial y en ella se da protagonismo a personajes de ambientes marginales y de comportamiento poco éticos. Este tipo de novela intenta mostrar de cerca los entresijos del mundo del crimen pero también intenta mostrar la ambivalencia del alma humana. Siempre tiene que haber un crimen y un detective o investigador. Es de carácter realista, suele presentar escenas de violencia y denuncias sociales donde se muestra la injusticia y la corrupción.
Novelas de espías
Puede haber crímenes, detectives y suspense, por lo que vuelven a agruparse aquí diferentes tipos de géneros. Este tipo tuvo su auge durante la guerra fría cuando las dos potencias, la Unión Soviética y Estados Unidos estaban enfrentadas y pendientes la una de la otra. James Bond, por ejemplo, es una saga de novela de espías.
Thriller
Mezcla intriga, crímenes oscuros, suspense y personajes con poder económico y político e influencias.
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Novela de terror
Tiene su origen en las leyendas y cuentan historias mágicas, donde aparecen demonios, personajes del submundo como espíritus y similares. Las más famosas son Drácula o Frankenstein.
Novelas de fondo bélico
Trata sobre los conflictos bélicos y suelen ser escritas por periodistas que han decidido pasarse a la novela.
Novela del Oeste
Narra aventuras del viejo Oeste americana, es decir, se delimita el espacio geográfico y también temporal pues está basado en los siglos XIX (finales) y XX.
Novela social
No es un género muy conocido. Tuvo su boom en los años 50 pero apenas alcanzó popularidad más allá. Trata sobre personajes anónimos o que no son relevantes.
Novela psicológica
Es un género muy poco cultivado, y tan solo algunos autores como Dostoievski o Sthendal han logrado llevar a cabo una literatura novelesca donde se analiza el alma humana.
Novela de tesis
Hay que reconocer que no es un género muy exitoso, pues lo que busca es demostrar alguna cuestión filosófica o de carácter especulativo y esto no atrae al lector.
Ejemplos de Análisis de Elementos de la Novela para niños de primaria
La novela tiene un principio, un nudo y un final. Estas tres partes de la novela a menudo se denominan principio, medio y final.
Para construir tu novela, las ideas por sí solas no son suficientes. Debes elaborar la historia, la trama, los personajes, los conflictos, los obstáculos y el clímax.
La trama es lo que hace que la historia sea interesante. Aquí está el argumento: por qué suceden las cosas. En las obras de Shakespeare vemos cómo Hamlet tiene evidentes conflictos internos, así como una serie de conflictos con otros personajes.
El conflicto plantea el verdadero problema a resolver en la novela. En la vida real, la gente lucha por la felicidad. Es lo mismo en la ficción, pero tenemos que poner obstáculos para que nuestros personajes no encuentren la felicidad fácilmente.
Por lo general, la tensión se construye a lo largo de la acción para que no haya vuelta atrás, en el momento en que los dos bandos se encuentran en la batalla final donde se decidirá el destino de los personajes, la historia girará hacia un nuevo punto. Un último punto de inflexión y un lado. Harás concesiones para lograr la paz al final.
A partir de ahora, el lector debe desesperarse por conocer el final, es decir, en ese momento dice “no puedo dejar de leer”. Quiere saber el final porque determinará lo que sucede con los personajes que selecciona durante la lectura. Esto generalmente se considera una «escena obligatoria». Este es el final de la historia.
Cómo escribir una novela paso a paso
Hay una serie de pasos que debemos respetar a la hora de escribir novela. Te enseñamos cómo escribir una novela paso a paso.
Genera una tormenta de ideas
Deja volar tu imaginación y anota todas las ideas por locas que parezcan. Es fundamental que la idea te conquiste y que te apasione a la hora de escribir, porque si te aburre o se te hace pesada, fracasarás seguro.
No necesitas tener toda la historia en tu cabeza, esto vendrá después. Simplemente de tener una idea que sirva como la semilla de tu novela para luego ya ir desarrollándola. Antes que nada, de qué tema quieres escribir, es decir, no la historia ni la trama, sino el tema, por ejemplo, las consecuencias de ser madre soltera; las consecuencias de ser hija de una familia adinerada; las consecuencias de viajar al Tíbet; etc.
Cuando ya tengas el tema, elabora una nueva lista de ideas. En este caso, lo que buscamos es la perspectiva desde la cual abordarás tu tema. Por ejemplo, cuando hablamos del miedo a la muerte, podemos escribir desde el enfoque de un científico que estudia la vida después de la muerte; desde la visión de un enfermo a punto de morir; o del familiar de una persona que está falleciendo o acaba de morir.
La semilla de tu historia
Resume el concepto de tu historia en una extensión de entre 25 y 50 palabras. Este será el germen de tu novela. Para este paso necesitas tener al personaje principal, la meta o el objetivo que este perseguirá y los elementos en contra a los cuales se enfrentará. Simplemente un boceto, no tiene que estar muy desarrollado, aún no necesitas nombres ni más datos. Si acaso, la época.
Personajes principales
En toda novela habrá una pluralidad de personajes pero sin duda hay dos de ellos que son esenciales y debes tenerlos claros desde el comienzo: el protagonista y el antagonista. El protagonista será algo así como una metáfora de lo que queremos representar, defender o enaltecer. Además, el personaje tiene un pasado, una historia y una evolución a lo largo de la trama. El antagonista, exactamente igual.
Primera sinopsis
Pon en orden tus ideas escribiendo unas primeras líneas donde se presenta al protagonista en su vida cotidiana antes de que empiece la trama. Con apenas un par de líneas es suficiente. Y a continuación, tendrá lugar el detonante para que suceda la historia que contarás.
Luego la historia tendrá que experimentar un desarrollo, un clímax y finalmente un desenlace. Todos estos pueden aparecer en la sinopsis, aunque en la sinopsis puedes aplicar ideas que luego no necesariamente usarás.
Trama y subtramas
Está la trama principal, es decir, aquella en la que se sumerge el protagonista. Pero también se irán sucediendo a lo largo de la historia otras tramas secundarias. Aunque se trate de rellenar páginas, estas subtramas deben ser buenas y tener enganche para el lector, pues si no es así, abandonará su lectura.
Personajes menores
En las subtramas irán apareciendo otros personajes menores. Algunos podrán aparecer esporádicamente en uno o varios capítulos, o acompañar al protagonista y al antagonista en toda la novela. No son tan importantes ni tendrán tanto peso como el protagonista, pero sí son importantes para darle vida al relato.
La documentación
Escribas sobre lo que escribas, e incluso si aplicas fantasía, necesitas apoyarte en datos e investigar y contrastar fuentes. Podrás darle veracidad a la novela de esta manera o echarla por tierra incluso estando bien narrada. Recurre a fuentes fiables.
Puntos claves
Tiene que haber una escena de apertura, un detonante, una meta externa, unas reacciones, otra escena clave en la cual aparece el antagonista, la presentación de obstáculos; algunos puntos de giro para sorprender al lector; un clímax que atrape y acelere el corazón del lector; y un final. En algunos casos, hay un epílogo en el cual se aclaran algunos flecos sueltos que hayan quedado sin resolver.
Estructura
Elabora una ficha por cada escena para tener organizado todo y que tu historia siga un hilo conductor. Cada escena debe llevar un título, el momento en el cual ocurre, una descripción. En cuanto al número de escenas, dependerá de ti y de tu historia.
Punto de vista, tono y estilo
Escoger desde qué perspectiva contarás la historia. El tono también es importante, pues no será lo mismo que la historia la cuente el narrador o lo haga el personaje en primera o segunda persona y, en este caso, tendremos que atender a la edad, cultura, etc del personaje que habla.
Primer borrador
Ponte a escribir, y cuando lo hagas no mires atrás. Escribe siempre hacia delante, todo cuanto se te venga a la imaginación, tratando de seguir el hilo del relato y llegar al objetivo marcado. No te preocupes de lo que salga, porque después de este primer borrador, vendrán más borradores donde irás perfilando la novela. Siéntete libre.
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