Rimas y Leyendas: resumen y comentario de texto, hoy dedicado a Gustavo Adolfo Claudio Domínguez Bastida, nació en Sevilla, el 17 de febrero de 1836, muriendo en Madrid, el 22 de diciembre de 1870. Conocido bajo el nombre de Gustavo Adolfo Bécquer, apellido que adoptó de sus antepasados. Gran poeta y narrador español perteneciente al Romanticismos tardío o Posromanticismo. Su obra más representativa fue Rimas y Leyendas, un conjunto de poemas y relatos atemporales y considerados de los más bellos de la literatura española.
Resumen de Rima XIV
En la poesía XIV, el autor trata uno de los temas que más le han obsesionado, la belleza de la mujer y su idealización. Los ojos de la mujer amada, unos ojos que irradian luz y a través de esta luz el poeta cree alcanzar el amor. Los ojos que al mismo tiempo que le atormentan, también le seducen, para dar paso después a una profunda reflexión sobre sus propio destino «yo me siento arrastrado por mis ojos», la incertidumbre y miedo a lo que la ventura o el azar, le depara.
Comentario de Texto de Rima XIV
Situación Rima XIV
Las rimas de Bécquer se pueden dividir en 4 grupos o series. El poeta a lo largo de las cuatro series va pasando por distintos momentos de la vida del hombre, basándose en sus experiencias personales. Así podemos distinguir una primera serie donde a través de poemas muy sensibles y reflexivos sobre el misterio de la creación. El amor y la belleza femenina son sus temas principales, se puede considerar poesía pura.
Una segunda serie basada en su experiencia vital, trata el proceso de evolución amoroso, la ilusión y felicidad que le produce un amor correspondido. Para terminar con la tercera y cuarta serie, donde el todo el proceso amoroso que le había llevado a la felicidad acaba convirtiéndose en dolor, fracaso, soledad y muerte.
La rima XIV, pertenece al segundo ciclo que engloba las rimas XII a la XXIX. El tema principal se centra en el amor y en la exaltación de éste. Una descripción dulce del amor correspondido, la felicidad y el miedo a perderlo.
Una característica de éste periodo o ciclo es la brevedad de los poemas, el autor intenta hacer partícipe al lector de su estado emocional, en definitiva de su felicidad.
No debemos olvidar que Bécquer escribe sus 76 rimas en los últimos años de su vida muy enfermo, con la sombra de la muerte. Un poeta romántico con una característica muy concreta como es la melancolía que siempre flota en la sensibilidad de sus poemas.
Estructura Rima XIV
El poema XIV está compuesto por dieciséis versos agrupados en cuatro estrofas formada a su vez, por 4 versos. La rima de estos versos es asonante en los pares. La métrica que utiliza Bécquer es la típica y característica del periodo romántico, versos impares endecasílabos y en los pares decasílabos.
La Rima XIV, podemos dividirla en dos partes bien diferenciadas. Una primera que englobaría las tres primeras estrofas y una segunda que engloba la última estrofa.
En la primera parte el poeta nos narra la belleza de los ojos de su amada, su hermosura se trata de la introducción y el desarrollo para llevarnos a la segunda parte con una estrofa demoledora que además, sirve como final o desenlace del mismo, pasando de la belleza a la incertidumbre sobre su propio devenir.
Estilo Rima XIV
En lo que se refiere a los tiempos verbales, existen unas claras diferencias. En la primera estrofa, Bécquer utiliza los tiempos verbales en pasado, concretamente utiliza el pretérito perfecto simple para relatar momentos pasados, cuando conoció a la mujer amada. Ej. Te vi un punto – la imagen de tus ojos se quedó.
En las estrofas segunda y tercera, Bécquer, ya en el presente, rememora esos momentos utilizando el presente y el infinitivo. Ej. Adondequiera que la vista fijo – torno a ver tus pupilas llamear – De mi alcoba en el ángulo los miro.
La cuarta estrofa, Bécquer aparta los tiempos verbales presentes y pasados para centrar en el devenir, en el futuro. Para ello emplea presentes, infinitivos además de participio, la forma en que el poeta emplea estos tiempos verbales es de manera futura. Ej. Yo sé que hay fuegos faustos que en la noche – llevan al caminante a perecer – yo me siento arrastrado por mis ojo
Bécquer emplea abundantes figuras retóricas a lo largo de todo el poema, un ejemplo lo tenemos en la siguiente comparación:
como la mancha obscura, orlada en el fuego,
que flota y ciega si se mira al sol.
Ayudándose de hipérboles para destacar, en este caso la belleza de los ojos de la amada, como:
mas no te encuentro a ti; que es tu mirada:
unos ojos, los tuyos, nada más.
También recurre al hipérbaton para dar mayor importancia a un hecho, en la tercera estrofa, primer verso, el autor lo utiliza para situar al lector en un espacio específico:
De mi alcoba en el ángulo los miro
Resumen de la Ajorca de oro
María Autúnez, una hermosa y caprichosa joven toledana se encontraba llorando en un mirador sobre el tajo, Pedro un joven caballero que la pretendía, le pregunta el porqué de su llanto. María en un principio se resiste a contestar pensando que el motivo podría ser razón de risas. Ante la insistencia del joven, ella comienza a relatarle sus penas.
María cuenta como el día anterior se encontraba en la Catedral, frente a la Virgen del Sagrario, orando como era costumbre, al levantar la vista hacia la virgen, algo la llamó la atención, un sinfín de luces centelleantes, rojas, verdes, azules, amarillas con un brillo tan extraordinario que parecía inundar toda la catedral.
Se trataba de la ajorca que lucía la virgen en el brazo que sujetaba al niño. Ella bajó la cabeza y siguió orando, pero su pensamiento seguía centrado en ese espectacular resplandor. Durante el resto del día, la imagen de la ajorca la persiguió, se había clavado en su pensamiento.
Llegó la noche y María tubo una pesadilla, se trataba de una mujer que lucía la joya de la Virgen, pero no era la virgen, era una mujer normal quien mirándola, se reía y se reía a la vez que la decía que la ajorca nunca sería suya. María despertó de ese terrible sueño, pero su pensamiento seguía en las maravillosas luces de colores que desprendía la joya y la imagen de esa mujer riéndose y gritando ¡Nunca será suya!.
Mientras relataba su tristeza al joven Pedro, no dejó de llorar. Tan conmovido se quedo su joven amante que aún sabiendo que no debía hacerlo, estaba dispuesto a luchar por que su caprichosa amada tuviera al fin, eso que tanto anhelaba.
Un día cuando la Catedral se había quedado vacía, Pedro entró en la Catedral, el miedo le congelaba, cada gárgola, estatua, columna, las lápidas del suelo, las imágenes que se mantenían en sus pedestales, todo le abrumaba y le producía una mezcla de miedo y respeto.
Al fondo, la imagen de la Virgen alumbrada por un candil de oro y en su brazo la ajorca brillante que tantas lágrimas había provocado en su amada. Subió se inclinó hacia la Virgen y con los ojos cerrados, le arrebató la joya.
Ahora sólo quedaba huir lo más rápido posible, Pedro abrió los ojos a la vez que pegó un grito de horror. Toda la iglesia había cobrado vida, los santos, los monjes, las estatuas que antes permanecían inmóviles ahora se acercaban hacia el. Los guerreros, demonios, santos y los muertos de las tumbas, todos se iban acercando a el.
Ante tan terrible visión Pedro cayó sin sentido. Al día siguiente, los dependientes de la Catedral encontraron a Pedro tendido en el suelo, llevaba la ajorca. Pedro abrió los ojos y después de una sonora carcajada gritó. ¡Suya, suya!. Pedro se había vuelto loco.
Comentario de Texto de la Ajorca de oro
Estructura
La leyenda de La Ajorca de oro, presenta una estructura de planteamiento-nudo-desenlace, donde:
Planteamiento : Se inicia en el primer párrafo hasta el quinto, Bécquer describe como es María Antúnez y Pedro Alfonso de Orellana. Ella una mujer bella y caprichosa, el un hombre joven temeroso de Dios, muy supersticioso, valiente y enamorado.
El nudo: Comienza con las lágrimas de María y la preocupación por ellas de Pedro. En el nudo, Bécquer nos relata tanto el motivo por el que María llora, haciendo una descripción extraordinaria del ambiente del lugar, la luz que lo inunda todo, la fiesta religiosa que acontecía en aquellas fechas, la pesadilla de María y como ésta presiona sutilmente a Pedro para cumplir su deseo de poseer la joya.
El desenlace: Comienza con la llegada de Pedro a la Catedral, lo que ve y lo que siente, como se hace con la ajorca y lo que sucede al tomar vida y se le acercan todas las estatuas de la Catedral, terminado con su locura.
Personajes
María Antúnez: A quien describe como una mujer caprichosa y bella. Es la que incita sutilmente por medio de sus lágrimas a su amado, a robar el brazalete o ajorca de la Virgen del Sagrario, patrona de Toledo que preside la Catedral.
Pedro Alfonso de Orellana: Un joven toledano, supersticioso y valiente, Pedro está perdidamente enamorado de María y haría cualquier cosa para que ella se sintiera feliz, daría la vida por ella.
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