Recibe la denominación de Novecentismo o Generación del 14, a la un grupo de escritores que surgen después de la llamada Generación del 98 y antes de la Generación del 27. Hoy vamos a conocer más afondo que significó el Novecentismo o Generación del 14: características de la novela y el ensayo | Juan Ramón Jiménez. Conocer sus particularidades, el estilo de escritura, la novela, el ensayo y la poesía de Juan Ramón Jiménez.
Novecentismo o Generación del 14
La generación del 14, a la generación nacida entorno al año 1880 y por lo tanto su obra literaria comienza a principio del siglo XX, mientras la generación del 98 ya se había consolidado y se encontraba en pleno apogeo creativo.
Una generación que influenciada por los nuevos movimientos literarios que corrían por toda Europa, rompieron con las normas artísticas y literarias establecidas, creando un estilo renovado e innovador, un estilo más acorde a la modernidad del siglo XX.
Se trataba de una generación preocupada por España, al igual que ocurriera con la generación del 98, aunque con una diferencia importante respecto a éstos, su visión optimista sobre el futuro de España, todo lo contrario de la generación del 98, caracterizada por su pesimismo.
La generación del 14, eran escritores que abordaron distintos aspectos del conocimiento, no se trataba sólo del ámbito literario, ya que entre ellos se encontraban escritores, periodistas, intelectuales y políticos. Los Novecentistas, a diferencia de la Generación del 98, buscan soluciones a los problemas de España.
Conoce también la Generación del 27:
Características de la novela y el ensayo
En cuanto a la forma de escribir, sus escritos no sólo se reducen al ámbito literario, sino que en muchas ocasiones, las circunstancias sociales por las que atraviesa el país e incluso las políticas, se ven reflejadas en sus obras.
La Generación del 14 disfrutan de una buena formación intelectual, predominando el racionalismo y la lógica, como se puede comprobar en sus obras. Un lenguaje depurado, cuidado, claro y sobre todo pulcro, viendo en la novela y el ensayo los géneros idóneos para llegar a la sociedad y poder influenciarla.
La Generación del 14 es Europeísta ya que creen que Europa debe servir de modelo e inspiración para la regeneración de España. La vida se debe centrar en las ciudades y no en los Campos de Castilla, ya que las ciudades deben ser el motor de las transformaciones necesarias.
Para los Novecentistas, la transformación hacia una España más moderna se debe basar en el progreso tanto cultural como científico y sobre todo en la razón. Estos ideales basados en la libertad, la evolución y la educación, serán lo que defienda esta generación.
La preocupación por las formas, las obras bien hechas, donde la finalidad del arte es el placer estético, la objetividad, obras bien acabadas y sobre todo revisada. Las obras no pueden tener defectos y toda ella debe ser de gran calidad, ya que aunque lo importante es el contenido, la forma no pueden descuidarse, la perfección y el placer estético impera.
La musicalidad, el ritmo y la elegancia más pura de los modelos griegos, son inspiración para la Generación del 14, en algunos aspectos comparten con la Generación del 98, inquietudes.
El Ensayo Novecentista
El ensayo es el género principal para la divulgación en la España Novecentista, pues tanto intelectuales como pensadores y filósofos se sirven de él como forma de divulgación de sus ideas europeístas. Estos son cuidadosos en sus formas. Serán sus representantes Ortega y Gasset y Eugenio d’Ors.
Cabe destacar otras figuras como el político Manuel Azaña quien sería Presidente de la Segunda República, Américo Castro, el doctor y científico Gregorio Marañón o Claudio Sánchez Albornoz, quien fuera ministro en la Segunda República y Presidente en el Exilio.
La Novela Novecentista
La novela Novecentista destaca por su prosa pulcra y precisa, utiliza recursos expresivos a la vez que los combina con la crítica. Una novela que rebosa intelectualidad. Las figuras más destacadas de la novela Novecentista son Gabriel Miró, Ramón Pérez de Ayala y Wenceslao Fernández Flórez.
Juan Ramón Jiménez y la Poesía Novecentista
Es la figura más importante de éste movimiento. Su forma de escribir es innovadora ya que hace que la poesía se entienda de una nueva forma, sin sentimentalismos, pura y perfecta. No sólo renueva la estética de la poesía sino que además será la inspiración de otras generaciones venideras como fue la del 27.
Juan Ramón Jiménez nació en Huelva, concretamente en Moguer en 1881. Cuando se traslada a Madrid entra en contacto con una serie de pensadores que le mostraron otra sensibilidad más modernista, sin embargo esto no hizo más que acentuar su carácter neurótico y difícil.
Tras la muerte de su padre y la ruina familiar, es ingresado en un sanatorio mental. Primero en un sanatorio en Burdeos para trasladarse posteriormente a Madrid e ingresar en el sanatorio del Rosario, al que regresará en diferentes ocasiones. Su obsesión por la poesía le hacía encerrarse largas temporadas en casa, de ahí que su obra sea tan extensa.
En el año 1917, se casa en Estados Unidos con Zenobia Camprubí Aymar, escritora, traductora y lingüista española. Zenobia será su compañera fiel hasta su muerte. El matrimonio se traslada a Madrid, ciudad que abandonarían en 1936, cuando estalla la Guerra Civil.
El matrimonio primero se exilia a Cuba y después vuelven a EE.UU, donde seguiría con su labor creadora y didáctica.
En 1956, recibe el Premio Nobel, pero ese mismo año ve partir a quien fue el amor de su vida, Zenobia muere de cáncer. La muerte de Zenobia le sumerge en una profunda angustia que ya no le abandonaría hasta que dos años después de la muerte de su esposa, Juan Ramón fallece
Para Juan Ramón Jiménez, la poesía lo era todo, era su forma de combatir el terror a la muerte, a través de la belleza, una belleza que nunca muere, la poesía. Sus escritos formaban parte de un todo «su Obra», y buscando la perfección los corregía y retocaba constantemente.
- La etapa sensitiva (1898-1916). Esta etapa está marcada por diferentes influencias, como fueron Bécquer en Sevilla, influencia del simbolismo imperante en Francia, mientras estuvo en el sanatorio de Burdeos, de Rubén Darío el Modernismo exuberante.
En esta primera etapa sensitiva, hay un gran predominio de una descripción detallada de los paisajes, un reflejo del alma, los paisajes otoñales, tristes, el atardecer en el parque, la melancolía, los recuerdos y las ensoñaciones amorosas.
Su poesía es más sentimental donde aflora el sentimentalismo del poeta de forma perfecta. Un ejemplo es su obra Rimas, un guiño a Bécquer, donde recoge poemas creados en sus primeros libres, con fuerte influencia modernista, posteriormente añadirá más poemas que son más influenciados por el simbolismo francés.
Arias triste, es una obra donde la melancolía es su tema central, la pena, tristeza y la nostalgia. Su tema es además del paisaje como reflejo del alma, personificando cada elemento del paisaje. Una forma de expresar su sentimiento, cuando todos los objetos sientan, capaces de sufrir y de reír dependiendo del estado de ánimo del poeta.
Aparece la mujer y la muerte como temas centrales. La mujer que identifica con su primer e idealizado amor de niñez La novia del pueblo. La muerte, como malos presagios y horribles alucinaciones. En su obra Jardines lejanos, una obra donde el sufrimiento y la sensualidad se acentúa.
En la soledad sonora retoma los paisajes y vuelve a incidir tanto en la soledad como en la belleza, la sensualidad y la mujer, como eje central y temático del libro. A esta etapa corresponde su obra más conocida Platero y yo.
Estío es el último libro de esta época. Se trata de una obra que dará paso a la segunda etapa del poeta. En esta obra Juan Ramón Jiménez comienza a alejarse de los ideales modernistas, buscando la pureza de la palabra. Cambia los paisajes nostálgicos por la realidad.
- La etapa intelectual (1916-1936). Una etapa de evolución espiritual y trascendente. Es una etapa marcada por el mar, ya que es la primera vez que lo ve, en su viaje a América. El mar es vida a la vez que la soledad, para él simboliza la eternidad. Desea salvarse de la muerte, busca la eternidad que sólo puede conseguir a través de la belleza.
Abandona la musicalidad en sus poema, la ornamentación y se centra en lo puro, bello y su esencia. Su primer libro de esta etapa es Diario de un poeta recién casado. Su poesía es pura, depurada, sin adornos ni anécdotas. El poeta admira todo lo que ve y lo más admirado es el Mar.
Es en esta época donde el poeta comienza a utilizar el verso libre, un tipo de verso que será utilizado por la Generación del 27.
Piedra y Cielo es el inicio de una nueva temática en su poesía que ya no abandonaría. Busca la sublimación poética e intensa, una poesía esquemática, pura, donde el poeta se siente dios. La estación total, es la obra que recoge sus últimos poemas en España antes de marchar al exilio.
La etapa intelectual (1916-1936). Su última etapa, es la etapa en la que recoge todo lo que ha escrito mientras se mantenía en el exilio. Su búsqueda de la belleza y la perfección sigue siendo su tema central. Su interés por la trascendencia le confunde y llega a identificarse con Dios.
Juan Ramón Jiménez, identifica a dios con la belleza y la naturaleza. Dios está dentro de cada individuo, por lo tanto él se considera el Dios de su obra, ya que en cierta forma él también es creador.
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