El cuaderno gris: resumen y autor

El Cuaderno Gris se ha convertido, tras muchos años, en una obra de referencia de la literatura catalana y española. Una obra rompedora y adelantada a su tiempo que conviene disfrutar y releer una y otra vez. Para quien no la haya leído, le contamos todo sobre El Cuaderno Gris: resumen y autor

El cuaderno gris: resumen y autor

Antes de entrar en El cuaderno gris: resumen y autor, conviene dejar claro que en torno a esta obra hay muchos mitos, leyendas y datos que no son reales. Conviene saber distinguirlos y conocerlos para tener clara la realidad y disfrutar de la obra en todo su esplendor

Así, comenzamos con un resumen de El Cuaderno Gris para animar a todo el mundo a su lectura.

El cuaderno gris: resumen

El resumen de El cuaderno gris arranca con una historia contada por el propio Josep Pla, autor de la obra, ocurrida entre marzo de 1918 y noviembre de 1919. La triste realidad es que el relato está contado en falso directo y que no fue publicado hasta 1966 en catalán.

Habría que esperar nueve años para verlo publicado en castellano. De su traducción a la lengua de Cervantes se ocuparon Dionisio Ridruejo y Gloria de Ros. La mala fortuna quiso que Dionisio Ridruejo falleciera días antes de la presentación oficial de la obra en castellano.

No obstante, ya en 2013, Narcís Garolera revisó la primera traducción de 1975, realizando alguna que otra corrección, con la base de los textos originales de Josep Pla. Se estima que estas correcciones superaron las 3.000 en toda la obra, por lo que el sesgo era relevante, sobre todo teniendo en cuenta que era época de censura.

El cuaderno gris de Josep Pla es una de estas obras que deja marcado al lector. Algo diferente a todo lo leído que te golpea directamente la cabeza, el corazón y las tripas. A lo largo de las más de 800 páginas que tiene la obra, Josep Pla se permite hablar de todo y de todos.

Desde alguna que otra crítica literaria a gente como Eugenio D’Ors, Pío Baroja o Azorín, a las muy específicas descripciones de las tradiciones de zonas como Palafrugell, Cadaqués o Palamós. Todo esto salpimentado con numerosas referencias gastronómicas, que denotan el hambre que pasó siendo un niño, por sus detallistas y exageradas descripciones alimentarias.

Y es que Josep Pla demuestra en El cuaderno gris que es un gran analista de la realidad sociocultural de la Barcelona de principios de siglo XX. Las anécdotas de sus conocidos, los secretos de sus allegados y esos soliloquios que han elevado El cuaderno gris a categoría de obra maestra. Sin olvidar sus sentencias breves pero categóricas de todo lo opinable.

Josep Pla es un autor elegante, deslavazado y que huye de la retórica. Es más, no se permite una sola vez un comentario chabacano. Todo lo que apunta, dice o comenta tiene relevancia. No pierde el tiempo. Son 800 páginas de gran calidad literaria y una capacidad para calar a las personas que plasma como nadie en sus páginas.

Además, el autor tiene la facilidad de resumir en pocas palabras, un pensamiento que podría haber extendido durante decenas de páginas. Jose Pla sabe que economizar palabras ayuda a que el ritmo sea frenético y es lo que tiene El cuaderno gris, interés en todo lo alto de la primera a la última palabra.

Así, la obra se permite alternar momentos de emoción, situaciones hilarantes de la mano del peculiar humor de Josep Pla, incluso pasajes que llegan a enfadar al lector. Entre ellos, el trato despectivo e incomprensible, por momentos, trato dado a algunos profesores universitarios por parte de sus alumnos. Un pasaje que da una idea de cómo estaban la aulas hace un siglo y no distan demasiado de la actualidad.

Por otro lado, Josep Pla deja algunas sentencias memorables. «La pobreza es incompatible con cualquier forma de sensualidad» o «Por esto las únicas personas realmente respetadas son los muertos«. Frases cargadas de razón pero tan políticamente incorrectas que, incluso hoy en día, resultan incómodas de leer.

Obviamente, también cuela sentencias de otros autores, a la altura de las suyas propias. «La enfermedad son los viajes de los pobres» (Charles-Louis Philippe) o «La memoria llega justo donde llega nuestro interés» (Goethe).

Básicamente, El cuaderno gris de Josep Pla es una obra inteligente, ácida y un testimonio muy acertado de cómo era la sociedad catalana en el primer tercio del siglo XX.

El cuaderno gris: autor

El autor de El cuaderno gris es un Josep Pla que, fallecido a principios de los 80, ha sido elevado a maestro de la literatura en Cataluña y España del siglo XX. El autor fue prolífico como pocos y sus más de 30.000 páginas escritas a lo largo de su vida, ayudaron a enriquecer el catalán, modernizarlo y a que la región creciera como ente propio.

Curiosamente, Josep Pla comenzó a estudiar la carrera de Medicina en 1918, cuando se trasladó a Barcelona, desde su Palafrugell natal (1897-1981). Acabó dejando Medicina para hacer Derecho.

En su época de estudiante, era un habitual del teatro Ateneo. Allí conoció a Jose María Segarra y Eugenio D’Ors. Además, colaboró en varios medios de comunicación catalanes como Las Noticias o La Veu de Catalunya. También hizo las veces de corresponsable de prensa en diversos países de Europa. Tras la Guerra Civil, tuvo que escribir en castellano. En concreto, para la Revista Destino.

Su obra es prolífica y extensa y se apoya en la gran cantidad de viajes que hizo, y en realidades biográficas o históricas. No le gustaba demasiado la ficción. Tampoco era amigo de la retórica y le gustaba ir a lo importante. De ahí que su estilo, aparentemente sencillo, enganche tanto. Aúna su gran capacidad perceptiva y su pasión por contar todo con pocas palabras, haciendo la lectura más ágil e interesante.

Además de El cuaderno gris, Josep Pla tiene obras como Linterna Mágica (1926), Cartas de lejos (1928), Francesc Cambó (1928-1930), Viaje a Cataluña (1934), La calle estrecha (1951) y Contrabando (1954).

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